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Intenté ajustar el reposabrazos de mi silla y... ¡sorpresa! ¡Está roto!

¿Alguna vez te ha pasado que intentas ajustar algo en tu silla de oficina y de repente te das cuenta de que está roto? Bueno, eso me acaba de pasar a mí. Estaba sentado en mi silla de trabajo cuando noté que el reposabrazos estaba demasiado bajo para mi comodidad. Así que decidí ajustarlo y ver si podía sentirme más cómodo mientras trabajaba.

Tomé la llave Allen que estaba guardada en mi cajón y comencé a desenroscar el tornillo del reposabrazos. Pero en lugar de girar suavemente, el tornillo parecía estar atascado. Intenté aplicar más fuerza, pero en vez de soltarse, el tornillo comenzó a girar inestablemente.

¿Qué hice mal?

Estaba completamente aturdido. ¿Cómo podía haberlo roto yo? Después de un minuto de frustración, me di cuenta de que había cometido un error muy común: no había prestado atención al manual de instrucciones.

El manual dice claramente que debo evitar aplicar demasiada fuerza al ajustar los tornillos del reposabrazos. Pero no lo hice, me dejé llevar por la emoción de intentar sentirme más cómodo y terminé causando un daño irreparable.

Así que ya sabes, siempre lee el manual de instrucciones antes de intentar ajustar cualquier cosa en tu silla de oficina. Es la única forma de evitar cometer un error como el mío.

¿Por qué la ergonomía es importante?

La ergonomía es la ciencia encargada de diseñar espacios de trabajo cómodos y saludables para las personas. La idea es que, a través de una buena ergonomía, se puedan prevenir lesiones y enfermedades que surgen a partir de malas posturas o movimientos repetitivos.

La ergonomía es importante porque pasamos la mayor parte de nuestro día en el trabajo sentados frente a un escritorio. Si nuestras sillas o escritorios no están ajustados correctamente, podemos sufrir de dolores de espalda, cuello y muñecas. Estas dolencias pueden derivar en lesiones permanentes que nos impiden trabajar correctamente.

Consejos para ajustar tu silla de forma correcta

  • Primero, ajusta la altura de la silla: tus pies deben estar apoyados en el suelo y tus rodillas deben estar alineadas con tus caderas.
  • Ajusta la profundidad del asiento: la distancia desde el borde del asiento hasta la parte posterior de tus rodillas debe ser de unos 5cm.
  • Ajusta el apoyo lumbar: asegúrate de que la curva natural de tu columna vertebral esté apoyada contra el respaldo de la silla.
  • Los reposabrazos deben estar ajustados a la altura correcta: debe estar a la altura de tus codos.
  • Ajusta la inclinación de la silla: la silla debe estar ligeramente inclinada hacia atrás para evitar la tensión en la columna y la espalda.

¿Qué opciones tengo si mi silla está rota?

Si, después de seguir estas recomendaciones, sigues sintiéndote incómodo o tienes dolor, puede que tu silla esté rota. En ese caso, lo mejor es que te pongas en contacto con tu director de recursos humanos o con el departamento de mantenimiento para que te proporcionen una nueva silla ergonómica.

Es importante que comprendas la importancia de tener una silla ergonómica. No solo mejorará tu bienestar físico, sino que también mejorará tu productividad en el trabajo. Si te sientes cómodo, podrás trabajar sin distracciones y sin dolores físicos que te impidan concentrarte.

Conclusión

La ergonomía es esencial para mantener la salud de nuestro cuerpo mientras trabajamos. Si ignoras las instrucciones y tratas de hacer ajustes sin cuidado, como yo, puedes dañar tu silla de oficina y terminar sintiendo dolor.

En su lugar, lee el manual de instrucciones y sigue los pasos correctos para ajustar tu silla. Si aún así continúas sintiendo dolor o incomodidad, no dudes en pedir una silla ergonómica nueva a tu departamento de recursos humanos o de mantenimiento.

Recuerda, una silla de oficina es una inversión en tu salud y en tu productividad. No te arriesgues a perder ambas por ignorar las medidas de seguridad.